UNA RELACIÓN CON CRISTO


«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; y no por obras, para que nadie se gloríe.» Efesios 2:8,9

La decisión que tomamos de seguir a Cristo, fue la más importante de nuestras vidas. Nacimos de nuevo no porque dijimos las palabras correctas, ni porque tuvimos una experiencia espiritual maravillosa; sino por lo que hizo Cristo. Somos parte de la familia de Dios por su gracia, no por lo que hacemos.

Y decía a todos, » si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» Lucas 9:23

Ahora eres un seguidor de Cristo. Lucas 9:23 nos enseña cómo seguirle a Él.

Seguir a Cristo significa confesar a Cristo y, al mismo tiempo, negarse a uno mismo. Como seguidores de Cristo, tomamos la decisión radical de rendirnos totalmente a la voluntad de Cristo y de no oponer su derecho soberano sobre nuestra vida. Es decir «no» a uno mismo y «sí» a Cristo siempre. La frase «tomar la cruz» intensifica la idea de no volver atrás. El reo llevaba su cruz hacia la muerte; de igual manera, tenemos que crucificar los deseos de la carne y vivir totalmente para Cristo y dejar que El indique el camino; en fin, significa que seamos como El es. El llamado al discipulado incluye el morir a uno mismo y la obediencia total a Cristo.
Nuestra vida debe ser de relación y no de religión.

El Discipulado (INSTE)

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