Hago un paréntesis para contarles que fue en ese coro…donde comencé a servirle al Señor como evangelista…es por eso que llevo en un lugar muy especial en mi corazón este bello ministerio. Tantas anécdotas pudimos haber contado en aquella tarde. Sin embargo, algunos abrieron su corazón y contaron pruebas duras que habían pasado durante su caminar cristiano pero de todas estas conversaciones destacó una misma frase, Dios siempre ha estado con cada uno de nosotros, a pesar de las distintas pruebas y desiertos que hallamos pasado. La fidelidad de Dios ha sido de continuo en cada uno de los que en algún momento servimos en aquel Ministerio. No en vano hemos trabajado para el Reino de Dios, no en vano tuvimos que sacrificar tiempo, dinero, familia, etc. Dios ha sido más que bueno con nosotros. Y así los minutos y las horas de aquella tarde fueron pasando sin darnos cuenta. Con gran regocijo compartimos con aquellos que un día trabajamos hombro a hombro. Comenzamos a desempolvar aquellos viejos himnos que solíamos cantar y con gran gozo y acompañados de dos acordeones, tan bien tocados por Luis y Johnny iniciamos aquella cantata de alabanzas y adoración al Señor. Mientras observaba a cada uno de los que estaban allí y cantábamos uno y otro canto que llenaba mi corazón, fue como si por un momento retrocediera mi vida en un video y me viera tan solo una chica de 20 años viajando con este grupo de valientes que un día se pararon en la brecha para servir al Señor. La noche llegó y con ella la despedida. Cada uno se fue a sus hogares pero estoy segura que en el corazón de cada uno de los que estuvimos allí salimos edificados y dispuestos a seguir sirviendo al Altísimo…porque no hay mejor bendición en esta tierra que servirle a mi Señor. Maritza Cartín
SIRVIENDO AL SEÑOR DESDE NUESTRA JUVENTUD (CORO CIEN)
Sábado 20 de julio del 2013
Reunión CORO CIEN
Aquella tarde de julio fuimos llegando uno a uno a la reunión de lo que un día fue el Coro C.I.E.N., convocada por su Director, Johnny Esquivel. En aquella casa vieja, rústica, pero cálida fuimos acomodándonos alrededor de la mesa y entre risas, bullicio, ovaciones a los que iban llegando comenzamos un rato de gran comunión. Por muchos años trabajamos por todo el territorio nacional, anunciando la Palabra de Dios y su amor por medio de canciones que tocaban el corazón de los oyentes.


Si mi linda Mari…Nunca olvidare mi coro CIEN y las canciones que tanto amor e inspiracion dieron a muchos…Incluyendo nuestro viaje a la radioemisora Faro del Caribe…Que lastima que por ponernos un pantalon o un brillo labial eramos pecadoras, como Jezabel, en aquellos tiempos y que bendicion saber que por Su Amor y Su Gracia podemos entrar al lugar santisimo y encontrar misericordia! ❤
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