Cuantas veces hemos escuchado sermones, enseñanzas, reflexiones, meditaciones, etc. sobre la Palabra de Dios; sin embargo, aunque la disertación haya sido con la mejor homilética y ni que se diga de su excelente hermenéutica, esta carece de la persona y obra de Jesucristo.
¿por qué se ha perdido el norte en las enseñanzas, por qué aveces ni siquiera se menciona una vez el nombre de Jesucristo? Creo que el hombre ha llenado tanto su mente de enseñanzas humanistas, enseñanzas banales que desvían su atención de lo realmente importante, un mensaje Cristo céntrico.
Es por tal motivo que en este día vino a mi mente 1 Corintios 2:2 y vemos la proposición del Apóstol Pablo respecto a este tema y él dice:
- Me propuse: Cuando nos proponemos algo, hemos tomado una decisión, un compromiso. El Apóstol Pablo tomó la decisión absoluta de que el tema principal de todas sus enseñanzas fuera de Jesucristo.
- …no saber cosa alguna: Todos sabemos que el curriculum de Pablo era extenso. Sin embargo el pone todo su conocimiento por «basura» con tal de ganar a Cristo. El mismo se declara ignorante a pesar de su basta educación religiosa.
- sino a Jesucristo y a éste crucificado: Lo único que deseaba era predicar de un tema en especial, la persona de Jesucristo y su obra redentora.
Todos aquellos que de alguna manera enseñamos la Palabra, propongamos en nuestro corazón el tener un mensaje claro, transparente, un mensaje único y verdadero, el mensaje de Jesucristo y su obra en la vida de los hombres a través de la historia. No malgastemos el tiempo en mensajes que no le dan la preeminencia a nuestro Señor, en mensajes llenos de «letra» pero nada de espíritu. Tengamos una palabra oportuna para el pecador, para el oprimido, para el afligido. Propongamos hoy en nuestro corazón predicar a Jesucristo y a este crucificado.
