El viento sopla y el sol destella su majestuosa luz en una bella mañana de diciembre. La misma naturaleza se pone acorde al final e inicio de otro año. Sentimos esa alegría que nos trae esta época pero a la vez una nostalgia de recuerdos de tiempos pasados…un amor olvidado, un ser querido que ya no está con nosotros, una amistad troncada, un amigo en la lejanía…
Definitivamente es época para reflexionar y acercarnos ya no al niño en pesebre porque el creció, estuvo entre nosotros dándonos ejemplo, murió en una cruz y al tercer día venció la muerte y se sentó a la diestra del Padre,donde intercede por nosotros continuamente.
Es en este tiempo donde al volver a ver los meses y días que pasaron deberíamos preguntarnos si este Jesús de Nazareth ha sido nuestro refugio, nuestra paz, nuestro consuelo, nuestro Salvador…el centro de nuestras vidas. Si tú respuesta sincera es que El no ha tomado parte de tú vida, hoy es tiempo de volver a sus brazos de amor.
Si estas sencillas letras te han llevado a la reflexión y quieres un cambio en tú vida, busca un lugar a solas y habla con tú Padre Dios. Dios te bendiga.
Maritza Cartín
