Oraciones Tardías (I)


I. Isaías 55:6-7 dice, Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.



Hay momentos precisos, oportunos, cuando tenemos que buscar de Dios, porque vendrán otros tiempos en que ya no lo encontraremos. Por eso quiero compartir con ustedes un mensaje de mi madre, Isabel, que ha conmovido mi vida a buscarlo no sólamente en situaciones difíciles sino siempre. El cristianismo no debe ser una religión, de liturgias, de actividades marcadas en un calendario, debe ser más bien un estilo de vida. Hoy compartiré la primera parte…

1. El Rico y Lázaro (Luc. 16:20) 

Nos habla de dos hombres que vivieron en una misma época, en un mismo lugar, sus vidas paralelas se unieron por circunstancias pero fueron muy diferentes una de la otra.  Déjeme decirle que esto no es una parábola sino un relato real. Se trata de un mendigo y un rico. 

El rico era un hombre amador de sí mismo, hacía grandes banquetes y siempre estaba presto a tener los mejores trajes de la época. Su vida giraba alrededor de sí mismo y de sus grandes riquezas; la Palabra no menciona que fuera un hombre malo pero tampoco habla de sus grandes virtudes. Un hombre desprovisto de una vida espiritual. Como dice la Palabra era un hombre natural que no comprendía las cosas del espíritu.

Por otro lado, Lázaro vivía de las migajas que caían de las mesas de los banquetes que daba el hombre rico a la gran sociedad de aquel tiempo. Lázaro buscaba de Dios

Pero ambos murieron y fueron llevados al seno de Abraham y aquí los papeles se invierten:  El rico siendo atormentado y Lázaro siendo consolado. 

El Hades o infierno es una eterna realidad por eso debemos buscar de Dios. Muchas veces por las cosas buenas dejamos las mejores.

Vemos en la narración como el rico hace una oración tardía; «dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.» Además el Rico clama Abraham, «Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.»

Hizo una oración con dos peticiones: 
a) quería misericordia y alivio personal pues estaba atormentado y 
b) quería misericordia para sus familiares que aún no habían muerto, quería que alguien les fuera hablar de Dios para que no fueran a ese lugar donde estaba él en tormento.  

La respuesta de Abraham parafraseada, «tú tienes lo que te mereces, tú tuviste tu propio estilo de vida en la tierra y tus parientes tienen a Moisés y a los profetas para que oigan y se aparten de sus malos caminos.»

 Hizo una oración de socorro, de angustia, de misericordia por su familia. El infierno es un vacío de Dios…su oración fue tardía porque no obtuvo respuesta…el tiempo había pasado…ya era muy tarde…«busquemos a Dios mientras pueda ser hallado, llamadlo en tanto este cercano.»  (continúa…)

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