I.Texto Bíblico:
“No vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos. Si vivimos, es para honrar al Señor, y si morimos, es para honrar al Señor. Entonces, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al Señor.” (Romanos 14:7-8 NTV)
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Mateo 16:2425
“{Entonces} Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.” Marcos 10:28 H/El verdadero discípulo deja todo (sus redes, sus posesiones para seguir a su Maestro)
“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.” Marcos 8:35
II.Introducción: Formas de rendirse delante de los hombres: se alzan las manos, se saca una bandera blanca…
III.Desarrollo:
A. Definiciones y conceptos de “rendición”:
· Sinónimo: Entrega, sometimiento.
· Rendición: sometimiento al dominio o la voluntad de alguien
· Se entiende por rendición, en términos militares, cuando soldados, naciones u otros combatientes dejan de luchar y eventualmente pasan a convertirse en prisioneros de guerra. Una bandera es un símbolo común de rendición, como lo es el gesto de levantar las manos vacías y abiertas por encima de la cabeza.
· Cuando las partes están de acuerdo a los términos, la rendición puede ser condicional, es decir, si la parte que promete rendirse se aviene ello sólo después de que el vencedor hace ciertas demandas. De lo contrario, es una rendición incondicional (sin condiciones previas),
· Darse uno mismo, ceder su voluntad, morir a algo. Entregar el control. Allá en el Huerto del Edén, la astuta serpiente le dice al hombre si de este fruto comieres, serás igual a Dios, en otras palabras, si comieres de este fruto tendrás el control. Desde allí Satanás deseaba distorsionar la verdad.
A esto de entregar el control a Dios, la gente le tiene terror. Porque nos fascina hacer las cosas como queremos, sin que nadie se inmiscuya en nuestros asuntos. Venimos a consejería, pero desde antes nos disponemos a oír lo que queremos oír y si el consejero dice algo que no nos parece, decimos, mm que va este hermano se equivocó. Así somos entes controladores. Pero qué hace el Señor con este control nuestro, en Juan 16:33 “en el mundo tendréis aflicción pero confiad, yo he vencido al mundo.” Tribulación, aquí significa tener muchas cosas que están fuera de su control. El médico te dice, te doy tres meses de vida…no tienes control de eso. Después de estar 30 años en una empresa, de pronto te llega la carta de despido. Entonces pierdes el control Pero si estás tú en control de tu vida, Dios no va a estar en control de ti. Pero cuando vives rendido a Él y viene la crisis, Dios te dice, tranquilo, no es tu problema, es el mío. El problema que tenemos es que tenemos un miedo, un terror darle el control a Dios de nuestros hijos (pero si yo no estoy encima de ellos, ud. Sabe lo voy a perder), de nuestro conyugue, se me va ir con otro, etc. Estas en miedo de perder tu negocio, atraes espíritus de miedo. Dar el control de nuestra vida es lo que nos asusta. Y rendirse es “te lo entrego Señor”
El rendirse, pareciera que estás perdiendo pero en Cristo es diferente, tú te rindes al Señor y más bien ganas porque Él se hace cargo de tu vida y de tus aflicciones. Amén!
· Rendirse significa negarse a sí mismo. Y cuantas veces tengo que negarme? Lucas 9:23-24 “Y decía a todos, si alguno quiere venir en pos de mí (cuantos quieren seguirle?) Niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígueme.” El rendirse, el morir, el darle el control a Dios es TODOS LOS DIAS!
· Es una enseñanza de la religión, para dejar en manos del creador toda voluntad sobre nuestra vida, al decir “que se haga tu voluntad”, estamos aceptando lo bueno de Dios antes de la propia visión imperfecta, es rendirse a una voluntad divina, antes la propia voluntad.
• Antónimo: Resistencia, rebeldía. Lo contrario de rendirse es resistirse, ser rebelde, oponerse a la voluntad del Creador. En otras palabras o vivimos rendidos ante nuestro Señor o estamos fuera de su voluntad.
En qué posición estas tú?
B.¿Por qué rendirse?
1. Porque le perteneces a tu Creador. Dios tiene un derecho directo sobre tu vida: “Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí.” (Romanos 14:7 NVI). “Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos.” (Salmos 100:3a NVI).
2. Porque Cristo te compró con Su sacrificio. La Biblia dice “Y Él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado” (2 Corintios 5:15 NVI).
Cuando te rindes ante Cristo, cumples el verdadero propósito por el cual Él murió — no solo salvarte del Infierno, sino también para ¡salvarte del egocentrismo! Los cristianos no vivimos para nosotros sino para nuestro Salvador.
“Antes ofrecían ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad.” (Romanos 6:19b NVI).
3. Porque Dios lo modeló primero. Tomó la iniciativa, entregando a Jesús para nuestro beneficio: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16 NVI). Por lo tanto, rendirse es el acto supremo de HUMILDAD. Por qué? Porque le recuerda al Padre el acto supremo de su hijo Jesús. Cuando ud se rinde completamente, está haciendo lo mismo que hizo Jesús, un acto de entrega y humildad.
4. Porque Rendirse nos da la victoria:
Todo lo que nos ocurre, todo sufrimiento, tribulación, tiene la finalidad de producir en nosotros “un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” 2ª Corintios 4:17. Nosotros muchas veces solo somos capaces de pensar en el día a día pero Dios tiene un pensamiento eterno para nuestras vidas y no tiene prisa. El problema con el que me encuentro cuando mis pensamientos no coinciden con los de Dios, cuando el periodo de prueba se alarga, es que me canso y me entristezco.
Ejemplo de victoria: Cuando Josué iba a la pelea más grande de su vida, se encontró con Dios, cayó en adoración ante Él, y le entregó sus planes. Esa entrega lo llevó a una aturdidora victoria en Jericó.
La rendición no te debilita; te fortalece. Rendido ante Dios no debes temer o rendirte ante nadie más. El fundador del Salvation Army, William Booth, una vez dijo “Lo grandioso del poder de un hombre está en la medida de su entrega.”
5. Porque el rendimiento a Dios trae bendición:
Pero lo mejor de someternos a Dios es que obtenemos de Él respaldo, bendición y favor. Un ejemplo muy claro mencionado en la Biblia de alguien que supo someterse a Dios fue David, quien siendo un simple pastor de ovejas fue escogido por Dios para ser Rey de Israel y de quien Dios mismo dijo: “He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero”, Hechos 13:22. Y gracias a esto, de su descendencia Dios levantó a Jesús, el Salvador.
David se caracterizó por querer agradar a Dios, por querer hacer su Santa Voluntad. David no solamente escuchaba a Dios sino que lo obedecía. El Rey David se caracterizó por poner a Dios en el primer lugar de su vida y por eso siempre tenía el favor de Dios y era respaldado por Él en todo lo que emprendía. Él siempre actuó según la Voluntad y el propósito de Dios.
6. Porque el rendimiento demuestra tu Amor hacia el Señor:
Nuestra entrega es la única respuesta lógica a esa clase de amor. No puedes amar a Cristo sin rendirte ante Él.
Veamos la vida de Abraham, Dios lo llama y él deja todo (parentela, tierra, posesiones, costumbres, estabilidad, etc). En su peregrinación, se nos dice que Abraham respondió a Dios edificando un altar. Primero en Siquem (Gn. 12:7), luego entre Betel y Hai (12:8), después de Hebrón (13:18), Abraham erigió altares: símbolos silenciosos de rendición y fe. Posteriormente, en una montaña llamada Moriah, el hombre que fue llamado “amigo de Dios” erigió otro altar (22:9). En ese altar, bajo la dirección inequívoca pero incomprensible de Dios, Abraham colocó a su propio hijo. Era el acto máximo de rendición: era despojarse de todo lo que amaba. Dios vio el corazón de Abraham y salvó a su hijo, la prueba había sido superada. Todos esos altares anteriores habían estado preparando a Abraham para el momento en que sería llamado a hacer el sacrificio supremo. Con cada acto de rendición, en el corazón de Abraham se estableció la confiabilidad en Dios y en sus promesas. H/Asimismo cada acto de rendición que hacemos nos confirma que Dios es digno de nuestra confianza y nos prepara para mayores actos de rendición que se nos puedan exigir más adelante. Nos confirman el amor incondicional que tenemos hacia nuestro Salvador y Señor!
C. Ejemplos de personajes bíblicos rendidos a Dios:
Todo esto me ha llevado a buscar a Dios en oración y en su Palabra (La Biblia) y he estado meditando en pasajes como:
ü 1ª Samuel 1. Allí leo como Ana sufría mucho a consecuencia de su esterilidad. En los versículos 10,11 dice que: “con amargura de alma, oró a Dios y lloró desconsoladamente, e hizo voto”. En el versículo 18 dice que Ana se levantó de orar ese día y no estuvo más triste. Porque en medio de su aflicción se rindió a Dios y le ofreció lo que más deseaba. Aleluya!!!
ü Jeremías, uno de los grandes profetas de la Biblia, soportó persecución y su misión fue un fracaso a los ojos de la sociedad, dice en Jeremías 15:18 : “¿Por qué ha sido continuo mi dolor y mi herida incurable ha rehusado ser curada?”. Dios lo lleva a la casa del alfarero en Jeremías 18 y le hace ver, que sería maravilloso que el barro siempre se sometiera a las manos del alfarero. En medio de sus luchas Jeremías se rinde y dice: “¡Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir!. Fuiste más fuerte que yo, y me venciste”. Jeremías 20:7.
ü Job, atravesó el horno del dolor pero se rindió y reconoció los propósitos de Dios, Job 23:10.
ü Los tres hebreos que fueron lanzados al lago de fuego, descubrieron que el alfarero estaba allí con ellos. Daniel 3: 19-25. Dios sabe cuánto calentar el horno; sabe cuánto podemos soportar 1ª Corintios 10:13. Cuando las pruebas salen al paso, lo más sabio por nuestra parte es rendirnos y permitir a Dios que haga su voluntad en nuestra vida, porque el resultado va a ser glorioso.
La base del cristianismo es el rendimiento total a Dios, lo que dicho de otra manera, significa una total renuncia a todo lo mundano que daña, que no edifica, que lleva al pecado, y entregar todo lo que soy y lo que tengo al Padre: mi vida, mis relaciones, mis sueños, mis gustos y deseos etc. y ponerlos bajo su autoridad y gobierno.
Jesús dijo en Lucas 14:33: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”. Dios no acepta a las personas a medias, como nos hacen creer en muchas iglesias en las que nos dicen “Acepta al Señor en tu corazón y serás salvo”, como si fuera Él quien estuviera mendigando pertenecer a nosotros, y no es así.
Porque si bien es cierto que Él dio su vida por nosotros, Él a cambio nos demanda arrepentimiento genuino y rendimiento total a su Voluntad, o de lo contrario no hay Pacto ni tampoco Salvación, como muchos aseguran.
Pero el rendimiento total a Dios significa que nos quitará todo lo que tenemos? No necesariamente, aunque si hay algo que tiene que quitar lo hará, porque Dios siempre quiere lo mejor para nosotros como el Padre perfecto que es.
Las intenciones de Dios son las de poner orden en nuestras vidas y orientarnos hacia sus planes perfectos, como lo ratifica en Jeremías 29:11 cuando dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
El sometimiento total significa un reordenamiento de nuestra vida dentro de unos lineamientos o reglas dados por Dios, los diez mandamientos, que nos guían siempre a obrar con bondad y justicia el desarrollo del fruto del Espíritu mencionado en el libro de Gálatas 5:22-23: “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.
Sin embargo, no es fácil someterse a Dios, cuando vivimos en un mundo en el que se nos enseña a ser independientes y a desechar a Dios. Es por eso que para someternos debemos estar completamente enamorados de Dios, tener una estrecha relación con Él a través de la oración y el estudio diario de su Palabra, y pedir al Espíritu Santo que nos ayude en el proceso.
Cómo nos rendimos ante Dios?
a) Dejándote Conquistar por el Señor:
Una conquista es cuando ganamos algo como resultado de mucho esfuerzo y tras vencer dificultades en el camino que se nos opusieron. Desde un punto de vista bélico es cuando tras una etapa de guerra el ejército de una nación vence a otra para luego adjudicarse sus recursos y ejercer autoridad sobre ellos. H/Todos tenemos áreas de nuestra vida donde somos fuertes, firmes y estables pero también tenemos otras áreas donde nos es difícil someter nuestra voluntad para que haga lo que sabemos que es correcto. El apóstol Pablo en el capítulo 7 de su carta a los Romanos lo dijo de esta manera: “He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí.” ¿Alguna vez te has sentido así? Puede llegar a ser muy desgastante y hasta frustrante pelear en nuestra mente y en nuestro cuerpo esta batalla contra el pecado que quiere crecer y asentarse dentro de nosotros sin embargo, ¡no tenemos alternativa! No hay posibilidad de pedir una tregüa y tomarnos un descanso en nuestra batalla. La buena noticia es que ¡no tenemos que pelear esta batalla solos ni en nuestras fuerzas! Dios está de nuestro lado y ¡nos es más que suficiente! Sin embargo para poder enfrentar y derrotar todo mal en nuestro interior primero debemos dejar que el Señor conquiste todo en nosotros para que después nos guíe a recuperar las áreas de nuestro ser que ahora le pertenecen a Él y siguen bajo el gobierno del pecado.
b) En las fuerzas del Señor:
Con las fuerzas de Dios
“Yo mismo iré expulsando a esos pueblos de la tierra del paso de los israelitas. Así que asegúrate de darle esta tierra a Israel como una preciada posesión, tal como te lo ordené”. En el capítulo 13 del libro de Josué Dios tiene una conversación con Josué acerca de la tierra que aún hace falta por conquistar. Tras mencionarle exactamente qué territorios que aún están controlados por pueblos enemigos serán para Israel le menciona lo siguiente: “yo mismo iré expulsando a estos pueblos de la tierra del paso de los israelitas”. H/Dios sabe exactamente qué cosas en nuestra vida deben ser expulsadas, sabe bien nuestras debilidades, qué pecados tienen bajo control ciertos pensamientos y hábitos nuestros, conoce quiénes somos cuando nadie nos ve y también quiénes aparentamos ser cuando todos nos ven. ¡Nada se escapa de su vista! El Señor trabajará en nosotros de diferentes maneras para atraernos hacia Él y será persistente hasta que entendamos lo que Jesús declaró en el capítulo 15 del Evangelio de Juan: separados de mí nada pueden hacer. No serán nuestras buenas ideas, nuestro positivismo ni la sabiduría humana lo que nos dará la libertad del pecado que nos esclaviza, ¡solamente en una relación personal con Jesucristo seremos verdaderamente libres! Es en sus fuerzas que venceremos, con sus planes y estrategias que avanzaremos en la tierra del enemigo y será Él quien nos guíe en la batalla final para derrotar nuestros hábitos que nos condenan una y otra vez. Pero el primer paso para esta conquista es ¡conocerle para poder pelear conforme a su voluntad!
c) No dejes de creer en la victoria de Dios
“Incluye todo este territorio como posesión de Israel cuando repartas la tierra entre las nueve tribus y la media tribu de Manasés”. Dios le dijo a Josué que ya era anciano y todavía había mucha tierra por conquistar así que le pidió que antes de morir hiciera la repartición de las tierras y se asegurara de incluir en las partes de territorio todo aquello que faltaba por conquistar. A las tribus de Israel que les tocara heredar terrenos con algunas áreas aún por conquistar les correspondería confiar en Dios e ir por todo lo que el Señor les había prometido.
Tu mente y tu corazón son el terreno que el Señor quiere conquistar por completo, Él ha prometido que si caminas de su mano Él irá expulsando todo el pecado y mal que hoy te aprisionan pero te toca a ti ¡creer que Él te dará la victoria y no dejar de pelear insistentemente contra tu pecado!
Necesitas invertir en amar a tu Señor, busca en la Biblia aquellas porciones que hablen sobre el pecado que te debilita para que la verdad de las Escrituras te enseñe principios sobre cómo resistir y vencer las tentaciones, aún en los días en que el pecado te derrote no le agregues a tu derrota ¡un periodo de duelo! Muchos cristianos no quieren orar ni acercarse a Dios porque han pecado y se sienten culpables. ¡Dios ya sabe que eres culpable y pecador! Aunque no vayas a decírselo Él estaba ahí cuando cometiste tu pecado. Entre más pronto venzas tu vergüenza y tu orgullo más pronto estarás de nuevo en el camino de la santidad y en la posición correcta para que Dios te de fuerzas para dar un nuevo paso y enfrentar una nueva batalla. ¡No hagas duelo por tus pecados! ¡No permitas que el lamento o la vergüenza de tus errores te mantengan alejado del Señor! Estás cayendo en una doble trampa del enemigo cuando haces esto. El día que un pecado te vence, ¡ese día más que nunca necesitas creer en la victoria de Dios y correr a sus pies para ser lavado y fortalecido! Esta batalla no tiene tregüas ni descansos, si el enemigo no se detiene para tentarte una y otra vez ¡tampoco te detengas tú para arrepentirte y ponerte de pie!
IV.CONCLUSIÓN
LA BANDERA BLANCA: La bandera blanca es un símbolo internacional usado normalmente en periodo bélico o de conflicto, que posee varios significados: rendición, solicitud de parlamentar con el enemigo, alto el fuego o cese de las hostilidades.
POSTRARSE: Señal de rendimiento
Isaías 57:15
El habita con las personas que tienen un espíritu quebrantado y humilde.
Un corazón contrito, quebrantado.
El propósito del quebrantamiento
· Transformación y cambio. Hay independencia, autosuficiencia, egoísmo, rebelión que detienen la presencia de Dios. Por eso Dios a veces tiene que quebrantar nuestro espíritu, para que haya transformación y cambio.
· Madurez en el carácter. Dios tiene que lidiar con nuestro carácter.
· Hacer una habitación en nuestro espíritu para la presencia de Dios. Eres portador de la presencia de Dios.
Hay muchos que se oponen al cambio. Un corazón no quebrantado es un corazón que se resiste al cambio.
La gente no quiere cambiar, su propio pecado los va a quebrantar. Dios permitirá una crisis más allá de tu control.
Hay un momento en nuestra vida que debemos ser quebrantados.
Dios quiere llevarte a otra dimensión, sacarte de esa zona de confort.
Dile Señor, me rindo!!! Me rindo!!!
No esperes a que te llegue la crisis, ríndete!
Dile quiero cambiar, quiero liberación, quiero tu presencia, quiero ser una habitación para ti.
Rindete!
Rendirse significa rendir algo, ceder a, dar a, morir a, entregar el control. Es decir, muchos se resisten dar control de su vida, de sus ministerios, de sus iglesias, Jesús te doy mis finanzas, mi familia, no puedo cambiar a mi esposo, mis hijos, la iglesia, te la entrego, te doy el control, muere al yo, a lo que piensas, a lo que sientes, ríndete, ríndete.
Necesitas presencia para cambiar, no siguiendo ciertos pasos, etc.
Toca al vecino y dile ríndete, ríndete.
Rendirse quiere decir, entregar tus derechos. Muchos pelean por sus derechos, si los cedes Dios peleará por ti. Muchos te han abusado pero Dios puede pelear por ti. No controles más tu situación.
Deja de controlar. Debes rendir tus derechos, y El peleará por ti. Pero no controles más.
Diga yo rindo todo, nadie quiere rendirse porque piensa que está bien. Cuando Ud. Se rinde a Dios El desata sus derechos, rinde sus temores, sus dudas, su incredulidad, inseguridades, por qué? Dios dice necesito un vaso que lleve mi presencia. Pero quiero un hombre que se rinda a su presencia.
Es el acto más alto de humildad. Porque le recuerda al Padre la humillación que hizo por nosotros. Un hombre no se eleva más allá del nivel a que se rinde. Cada vez que yo me rindo a Dios, tu llevas presencia. El nivel de su unción será de acuerdo al nivel que Ud. Se rinda. Quiere Ud. más de Dios, ríndase más a Él.
Ud. Debe pedir a Dios su gracia sobrenatural. Rendirse es algo progresivo, cada día ud rinde su ministerio, su vida, su familia, etc.