Seguir a Jesús!

octubre 6

DISPONTE A SEGUIRME a dondequiera que yo te quiera llevar. Sígueme con todo entusiasmo y con anticipada alegría apura tus pasos. Aunque no sepas lo que te espera adelante, yo lo sé. ¡Y eso debería ser suficiente para ti! Algunas de mis más ricas bendiciones están justo a la vuelta de la esquina. No las ves pero son absolutamente reales. Para recibirlas deberás andar por fe, no por vista. Esto no significa cerrar los ojos a lo que te rodea sino subordinar el mundo visible al Pastor invisible de tu alma.

A veces te llevo a lo alto de una montaña solo dándote mi mano para que te apoyes en ella. Mientras más arriba alcances más espectacular será la vista que se te ofrezca; además, mientras mayor sea tu separación del mundo con todos sus problemas más podrás experimentar la exhuberancia de la feliz realidad de mi Presencia. Entrégate de lleno a estos momentos de gloria y sumérgete en mi luz deslumbrante. Finalmente te haré descender de la montaña para que te integres a la comunidad con otros. Deja que mi luz siga alumbrando dentro de ti mientras vuelves a caminar entre la gente.

Alabanza y magnificencia delante de él; poder y gloria en su santuario.

—Salmo 96.6

Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: -Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

—Juan 8.12 (NVI)

Pues tú eres la fuente de vida, la luz con la que vemos.

—Salmo 36.9 (NTV)

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