
octubre 7
PARA PODER OÍR MI VOZ deberás dejar a mi cuidado todas tus preocupaciones. Entrégame todo lo que te preocupa. Esto te aclarará el camino para que busques mi rostro sin nada que se interponga. Déjame liberarte de todo temor escondido dentro de ti. Siéntate en silencio ante mi Presencia dejando que mi luz te inunde y haga huir cualquiera oscuridad que haya dentro de ti.
Acepta cada día tal como viene. Recuerda que yo soy soberano sobre tu vida. Regocíjate y alégrate porque este es el día que he hecho. Confía en que yo estoy abundantemente presente en él. En lugar de lamentarte y resentirte por las cosas como son da gracias a Dios en cualquiera situación. Confía en mí y no tengas miedo; dame gracias y descansa en mi soberanía.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
—1 Pedro 5.6–7
Éste es el día en que el SEÑOR actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.
—Salmo 118.24 (NVI)
Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
—1 Tesalonicenses 5.18 (NTV)