Se agradecido!

noviembre 22

UNA ACTITUD AGRADECIDA abre las ventanas de los cielos. Las bendiciones espirituales descienden libremente sobre ti a través de esas vías que te llevan a la eternidad misma. Es más, mientras alzas tu mirada con un corazón agradecido obtienes chispazos de gloria a través de tales ventanas. Es cierto que todavía no puedes vivir en el cielo pero puedes experimentar anticipos de tu hogar final. Tales muestras de las realidades celestiales están llamadas a revivir tus esperanzas. La gratitud te dispone favorablemente a estas experiencias que proveen razones más que suficientes para estar agradecido. Así, tu camino se transforma en una espiral ascendente, siempre aumentando en felicidad.

La gratitud no es una suerte de fórmula mágica; es el lenguaje del amor que te capacita para mantener una comunicación íntima conmigo. Una mente agradecida no implica una negación de la realidad con su plétora de problemas sino un regocijarse en el Señor y alegrarse en el Dios que te salva en medio de las pruebas y tribulaciones. Yo soy tu amparo y tu fuerza, tu pronta ayuda en tiempos de tribulación.

Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.

—Habacuc 3.17–18

Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.

—Salmo 46.1 (NVI)

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