Egipto y Gosén…!

Será posible vivir en dos mundos a la vez: en Egipto y en Gosén?

El pueblo de Dios tiene que aprender a vivir en Egipto pero sabiendo que existe Gosén; no podemos olvidar que aunque vivimos en este mundo no pertenecemos a el.

Nuestro hogar definitivamente no puede ser Egipto. Mientras estemos en la tierra Dios está con nosotros y viviremos bajo el manual de operaciones de su reino. No podemos perder de perspectiva que nuestro cuerpo será glorificado, no estaremos permanentemente en esta tierra pues Cristo nos tiene una patria nueva esperándonos.

Al pueblo de Israel: y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. (Éxodo 3:8).

Dios le prometió al pueblo de Israel sacarlos de la esclavitud para cuando fuesen libres pudiesen conquistar y vivir una vida abundante en la tierra. Canaán era la tierra de provisión que Dios le tenía preparada al pueblo.

Para comenzar a vivir y disfrutar de Gosén tenemos que dejar los pensamientos de esclavitud que nos llevan cautivos y comenzar a creer y obedecer a Dios conforme a su palabra. No dependemos de nada de lo que nos rodea, dependemos de un ser superior. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)

Los que tenemos conocimiento de la palabra de Dios no nos dejamos embaucar por cualquier mentira pues sabemos lo que dice la escritura: Caerán a tu lado mil,
y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. (Salmos 91:7)

Dios prospera la obra de nuestras manos, está pendiente a nuestro despertar y vigila y bendice nuestro acostar. Jehová nunca se dormirá. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. (Salmos 121:4)

Dios le prometió a un pueblo que estaba en cautividad la tierra que fluía leche y miel. Aquí en la tierra y antes de que Cristo venga, él mismo le demostrará a otros que le pertenecemos a él. En medio de tanta maldad que vemos actualmente en el mundo es que Dios va a exaltar a la iglesia.

Mientras las diez plagas se dieron en Egipto el pueblo de Dios estaba salvaguardado en Gosén. Estamos llamados a demostrar que vivimos y disfrutamos de las bendiciones de Dios, los demás deben ver que tenemos a Cristo en nuestras vidas.

Durante el tiempo que podamos estar en Egipto debemos saber que existe un Gosén que nos provee protección y reconciliación. Nadie puede pasar a la tierra que fluye leche y miel sin antes haberse reconciliado en Gosén. Aunque haya tinieblas en muchas partes sobre nosotros amanecerá Jehová, y sobre nosotros será vista su gloria.

Si Dios tuvo detalles y delicadezas con aquel pueblo en la antigüedad, ¿Cuánto más no la tendrá con nosotros hoy que tenemos a Cristo sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros? No es tiempo de tener miedo, sino de afirmar nuestros pasos y buscarle a él mientras pueda ser hallado. (Isaías 55:6). Es tiempo de tener relación e intimidad con Dios para que la paz que sobrepasa todo entendimiento nos cubra. Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. (Salmos 125:1)