¡Sin duda alguna! Tendremos paz duradera en la tierra cuando vuelva el Príncipe de Paz. Jesucristo nos dijo, y la Biblia lo asegura, que regresará al mundo. Ahora bien, cuando venga, sucederán varias cosas. En primer lugar, cesará la rebelión del hombre contra Dios. Durante un período de mil años, el Señor restringirá la maldad que hay en el hombre y no les permitirá a las naciones que luchen unas contra otras. Cuando suceda esto, los hombres tomarán los equipos de guerra y los transformarán en instrumentos de paz. En Isaías 2:4 se nos dice que los hombres transformarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces y que la gente ya no se adiestrará para la guerra. Con Satanás fuera del camino y el hombre restringido, habrá paz finalmente.
Y la Biblia sigue diciendo:
El ángel prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. 3 Lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso un sello sobre él para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano. Volvieron a la vida[a] y reinaron con Cristo por mil años.
Cuando se cumpla esta profecía y la rebelión final de Satanás sea aplastada, habrá paz permanente. El Señor pondrá en su sitio, fuer de su reino para siempre, todo lo que es ofensivo. Tomará a Satanás y sus seguidores y los colocará en un sitio donde permanecerán en cautividad. A partir de ese instante, no volverá a haber guerras. Sin embargo, hasta que llegue el reinado de Cristo en la tierra, los hombres eguirán peleando unos con otros. Jesús dijo que «habría guerras y rumores de guerras» hasta el final de los tiempos. Mateo 24:6.
No hay forma alguna en que las Naciones Unidas, una Liga de Naciones, los tratados de paz, los acuerdos para el desarme ni otros medios humanos puedan generar la paz. Todo eso carece de significado cuando una nación quiere apoderarse del territorio y de los recursos de otra. Por los esfuerzos del hombre, nunca podrá construirse una paz duradera porque el hombre es pecaminoso, vicioso e inicuo. Hasta eu los hombres cambien y se elimine el poder de Satanás, no habrá paz en la tierra.
Hasta que ese día llegue, lo único que podemos hacer es ser suficientemente fuertes para restringir la maldad que nos rodea. El querer hacer cualquier otra cosa es una utipía y se basa más en ilusiones que en la realidad.
Pat Robertson RESPONDE.
Gosén Comunidad Costa Rica 