
enero 16
VEN A MÍ y descansa en mi amorosa Presencia. Sabes que el día de hoy trae sus dificultades y estás pensando cómo las vas a enfrentar.
El anticiparte a lo que tienes por delante te puede hacer olvidar que yo estoy contigo, ahora y siempre. Volver sobre tus tribulaciones hace que las vuelvas a vivir muchas veces; en cambio, es mejor pasarlas de una vez cuando ocurren. ¡No aumentes tus sufrimientos! Mejor, ven a mí y descansa en mi paz. Yo te fortaleceré y prepararé para este día transformando tus temores en seguridad.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
—Mateo 11.28–30
Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
—Josué 1.5, 9 (NVI)







