Seamos lumbreras en este mundo

Definitivamente debemos ser luz en medio de las tinieblas. El poder alumbrar en lo más profundo de aquellos que no han tenido un encuentro con Dios, requiere de amor, discernimiento y tener las palabras correctas para llegar y tocar el corazón de los necesitados.  

Pero en todo esto hay algo muy importante y es dar la preeminencia al  Espíritu Santo.  El Espíritu Santo es el «paracleto», el consejero, el guía, el que nos abre los ojos humanos para poder llegar a la necesidad de esa persona que esta frente a ti, esa persona donde la semilla de la Palabra caerá y germinará la planta de la salvación.  Solo somos instrumentos en manos del Espíritu Santo, él nos mueve, nos lleva, llena nuestras bocas de palabras sabias y nos da esa palabra de ciencia, atinada, oportuna para el perdido.

Hoy te insto a que donde quiera que te encuentres dejes un destello de la luz de Cristo, dejes una huella de su amor, de su poder. Estemos prestos a la necesidad de aquellos que no conocen  íntimamente de Dios. No dejemos pasar el tiempo sin hablar de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Aprovechemos cada instante para dar la Palabra…mañana puede ser tarde…es hoy que debo alumbrar a este mundo. Bendiciones, Maritza Cartín

El cristianismo es la religión más difundida en el mundo

El cristianismo es la religión más difundida en el mundo, donde 2.180 millones de personas, es decir casi un tercio de la población, son considerados cristianos. 
Según los datos facilitados por “Asianews”, que cita un estudio del centro estadounidense The Pew Forum, los cristianos en el mundo son 2.180 millones de personas, mientras que los musulmanes son 1.600 millones, el 23,4 % de la población de la Tierra. 
De esos 2.180 millones de cristianos, los católicos son el 50,1 %, los protestantes el 37 % y los ortodoxos el 12 %, mientras que el resto se lo reparten otras confesiones. 
En los últimos cien años los seguidores de Cristo se han cuadruplicado, pero el crecimiento de la población mundial ha dejado prácticamente igual el porcentaje sobre la población mundial.
Hace cien años los cristianos eran 600 millones y ahora son 2.180 millones, pero al mismo tiempo la población ha pasado de 1.800 millones a 6.900 millones, lo que supone que hace cien años representaban el 35 % de la población y ahora el 32 %.
Los cristianos han aumentado en África y Asia y han descendido en Europa. 
Si en 1910 el 66,3 % de los cristianos vivían en Europa, el 27,1 % en América, el 4,5 % en Asia-Pacífico, el 1,4 % en África subsahariana, el 0,7 % en Oriente Medio y África del Norte, ahora la situación ha cambiado radicalmente. 
Hoy Europa está en el segundo puesto (25,9 %), mientras que el mayor número está en América (36,8 %).

 

Isabel Johanning, misionera costarricense en Africa

Isabel Johanning Mora, odontóloga y misionera costarricense, llegó por primera vez a Guinea Bissau en 1993, con el interés de ayudar con su profesión y de forma gratuita, a las personas pobres de este país. Su trabajo lo realizó en las ciudades de Bissau y Gabú, en las cuales aprovechó también para predicar las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo.
Después de cuatro meses, Isabel se contagió con una fuerte malaria, mal endémico de esta tierra, lo que la obligó a viajar a Costa Rica. Allí tuvo que permanecer un año y medio a fin de recuperarse de la enfermedad. Pese a que médicamente se le recomendó no volver a Guiné Bissau, esta misionera tomó la determinación de regresar y fue así como en 1995 salió nuevamente hacia a Guiné, esta vez para quedarse permanentemente.

ALGO DE HISTORIA
En mayo de 1995, los misioneros cristianos Isabel Johanning, Henrique Adas, Rosemarie Adas, Eugenia Castro y Cesar Herrera, llegan a Guinea-Bissau con el objetivo de ayudar a los más necesitados en sus luchas diarias y en su necesidad espiritual.
Pronto fue evidente la gran cantidad de niños huérfanos, afectados por el abandono y la desnutrición, lo que les motivó hacer algo a favor de ellos. Y fue así como inició un ministerio de amor llamado Casa Emanuel, cuyo significado es «Dios con nosotros».
La primera niña en llegar fue Mariana, de apenas 7 meses de edad y con tan solo 1500 gramos de peso. En adelante, ella sería el símbolo de la misericordia de Dios para los niños y niñas huérfanos de Guiné Bissau.
Posteriormente, a finales de junio de 1998, durante la guerra civil en Guinea-Bissau, las misioneras costarricense, lsabel y Eugenia y nueve niños pequeños, fueron ayudados por los reporteros de la Televisión Portuguesa , RTP a salir del país, encontrando refugio y ayuda en la Casa de Misericordia de la Ciudad de Barreiro, en Portugal.
En 1999, en una operación de movilización, logran regresar a Guiné Bissau a continuar su trabajo. En poco tiempo el número de niños fue creciendo y junto con ellos los retos por enfrentar, como la falta de una casa para los niños, un pozo de agua, un generador de electricidad, etc. Gracias a la intervención milagrosa de DIOS con el pasar del tiempo, se logra la realización de grandes proyectos.

Estemos orando por Isabel, el equipo de misioneros y los niños que están en el Hogar. Gracias doy a mi Dios por gente que se ha parado en la brecha por estos niños y su situación y sin doblegarse han caminado en fe y valor.