Siempre en mi corazón estuvo el deseo profundo de multiplicarme, de enseñar lo que yo había aprendido en muchas horas de estudio, oración y revelación de la palabra.

Fui Pastor de jóvenes por 15 años y luego evangelista a las naciones, pero siempre tuve grupos de estudio en mi casa o en otras casas que se abrían para enseñarles la palabra.

En el año 2005 estando predicando a un grupo de misioneros, al iniciar el mensaje, el Espíritu Santo me dice, “Calla porque te voy hablar.» Yo cerré los ojos y esperé en medio de la pena con mis oyentes. Entonces el Espíritu Santo me habló claramente, “no saldrás más del país, yo cierro esa puerta del evangelismo, cuida a tu esposo.” Mi esposo tenía Parkinson y su mal estaba empeorando. He aprendido a obedecer la voz de Dios, así que me quedé en casa.

Mi esposo siempre fue aficionado a las gallinas por lo que al final del patio de mi casa teníamos un gallinero grande. Un día paseándome por el patio de nuevo la voz de Dios me dice, pídele a tu esposo que acondicione ese gallinero para que allí tú enseñes a personas que te traeré aquí.

Mi esposo estuvo muy contento por la transformación del gallinero en iglesia y en su silla de ruedas no falló a ningún culto de su última iglesia. Desde ese momento mi familia y yo servimos desde aquel pequeño lugar pero a mi no me interesa la cantidad de personas que lleguen sino el número en los cielos de mis alumnos. Me interesa el crecimiento espiritual.

Isabel Estrada Arias viuda de Cartín.

Doña Isabel partió con el Señor el 17 de abril del 2024, dejando un gran legado no solo a su familia sino a muchas personas que conocieron a Dios y fueron discipuladas por su ministerio de 60 años dentro y fuera de Costa Rica.

La antorcha fue pasada y la obra del Señor continúa…¡A Cristo sea la gloria!

Bendiciones!