Crucemos al otro lado (Por Maritza Cartín)


I. Texto Bíblico:

“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro,
¿no tienes cuidado que perecemos? 39Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” Marcos 4:35
II. Introducción:
Dios nos quiere llevar a experiencias nuevas, diferentes, refrescantes que confrontan nuestra fe y nos cambian de ser un religioso a tener una vida fructífera en el Señor. Estamos aburridos de vivir y de ver iglesias religiosas que pasan los días, meses, años y todo continua igual. Ej. Un día de estos se sentó una familiar lejana en la sala de mi casa y le pregunté ¿cómo estas? Y ella me contesto, que quieres que te diga, lo mismo del año pasado, de hace dos años, de hace tres, de hace cinco…lo mismo de siempre. Su cara alargada, su frente marcada por el dolor, amargura, resentimiento, pobreza o miseria era lo único que aquella mujer podía reflejar. H/Estamos hablando de alguien que tiene años de ser “cristiana”. ¿Qué pasa? ¿Qué sucede hoy en día con los hijos de Dios? Podemos acaso transitar por este mundo sin ninguna diferencia entre aquellos que viven en Egipto y nosotros que vivimos en Gosén. El nos invita en esta mañana a CRUZAR AL OTRO LADO.
III. Desarrollo:
1. “…cuando llegó la noche…”
Podemos pensar que aquel día había sido un día donde la gloria del Señor se había manifestado en las multitudes, enfermos sanos, palabra sabía de la boca de Jesús; es decir, había sido un día lleno enseñanzas para sus discípulos. Lo más adecuado sería que tanto sus discípulos como Jesús se fueran a descansar después de aquel agotador día. Sin embargo, al caer la noche el Señor quiere que tomen la barca. H/ Si hay algo que el Señor quiere mostrarte en este día es la obediencia a El. Sin preguntar por qué, El desea solamente que tomes la barca y ahora aquí El te llevará de la teoría a la práctica. Sus discípulos habían vista los grandes milagros hechos por Jesús, ahora les tocaba a ellos poner en práctica el poder de su Señor en sus vidas. Por eso, obedientemente, entran en la barca a pesar del cansancio del día. El Señor te dice yo soy el que te tengo en la barca, permanece en mi.
2. “…pasemos al otro lado…”
La siguiente orden del Maestro es explicita, fácil de entender, él les dice “pasemos al otro lado”.
Dios no quiere hijos estáticos que siempre estén en el mismo lugar, El quiere que pasemos a diferentes niveles en nuestra vida espiritual. No nos podemos quedar solo con la salvación, él quiere que pasemos al otro lado para llevarnos a un nivel de fe y de conocimiento íntimo de El aun más profundo. El quizás quiere llevarte a otro lugar de trabajo, quiere llevarte a servirle.
Ej. Dios también sacó al pueblo de Israel de la cautividad, pero el pueblo estuvo dando vueltas por el desierto durante cuarenta años en una travesía que hubiese podido durar tan solo cuarenta días… a causa de sus actitudes. El tiempo del pueblo Hebreo en Egipto había terminado, H/Dios tenía al otro lado una tierra prometida llena de bendiciones. Que no nos pase la de los hebreos que aún suspiraban por la olla de carne y los ajos. Dios quiere moverte a algo diferente a una tierra que fluye leche y miel. Quiere sacarte de tu vida almática a una vida guiada por el Espíritu Santo. Quiere sacarte de tu comodidad.
Ej. David estaba muy comodito pastoreando a las ovejitas de su padre, allá en un potrero, solo, solo rodeado de la naturaleza, sin nadie que lo molestara, pero fue incomodado, fue enviado a visitar a sus hermanos que estaban en campo de batalla. David pasa al otro lado, de su potrero con sus ovejas al campo de batalla, de su vida pacífica a estar enfrente de un gran gigante.
3. “les dijo” a sus discípulos “…despidieron a la multitud…”
Estas experiencias no son para las multitudes sino para unos pocos, para sus discípulos, para sus amados hijos, para aquellos que caminaban día y la noche con El. Ej/ ¿Cuántos soldados del ejército de Israel habían estado escuchando los improperios de Goliat? Muchos pero ninguno se había decidido cruzar al otro lado, ir por la cabeza del gigante, solo un joven muchachito ovejero. “Muchos son los llamados y pocos los escogidos.” Es un remanente el que el Señor quiere pastorear y llevar a pastos y aguas refrescantes. No son multitudes.
“Mas vosotros sois linaje escogido” 1 Pedro 2:9 Somos una extirpe diferente que el Señor ha escogido para formarnos.
4. Una tormenta les impedía pasar al otro lado: “Pero se levantó una gran tempestad…”
• El enemigo se opondrá que cruces al otro lado. El enemigo no quiere que obedezcas y seas fiel con Dios. Siempre hay “peros”, tropiezos, dificultades cuando el Señor nos quiere llevar a algo diferente. El enemigo siempre impedirá que cumplas el propósito de Dios.
• Los discípulos se asustaron. El mar de Galilea está a poco más de doscientos metros bajo el nivel del mar y se encuentra rodeado de montañas. Los vientos soplan con bastante intensidad en las regiones cercanas al mar y provocan violentas e inesperadas tormentas. Los discípulos eran pescadores experimentados, toda su vida pescaron en aquel lago, pero en esta tempestad el pánico los dominó.
Los discípulos se asustaron porque la tempestad amenazaba destruirlos y parecía que Jesús no se daba cuenta ni se preocupaba de lo que pasaba. Este viaje al otro lado, no lo hacemos solos, El va con nosotros, por eso el se incluye en la oración, “pasemos al otro lado”. “He aquí que yo estoy con vosotros (38). “De ningún modo te dejaré ni te desampararé.” (Hec. 13:5) Jesús estaba callado pero su presencia debió alentar sus corazones. Muchas veces la tormenta la quisiéramos parar ya, en el momento, pero esta no para se alarga por un tiempo más, que por cierto se nos hace infinito, pero olvidamos que aunque vemos y estamos en lo peor de la tormenta El esta allí, a la par tuya.
Era una tempestad física, pero hay tormentas que se producen también en otro sentido. Piense en las tormentas de su vida, en las circunstancias que provocan en usted gran ansiedad. Cualquiera que sea su dificultad, tiene dos opciones: preocuparse y suponer que a Jesús no le importa o resistir el miedo y poner toda su confianza en Él. Cuando el pánico quiera hacer presa de usted, confiese su necesidad a Dios y confíe en que Él cuidará de su vida.
En la tempestad es donde Dios nos equipa para el Servicio. Cuando Dios desea un roble, El lo planta en un lugar donde las tormentas lo castigan y la lluvia cae sobre él, y es en medio de la batalla con los elementos donde el roble gana fuertes y magníficas fibras y se convierte en el rey del bosque. Cuando Dios quiere hacer un hombre, El lo coloca en medio de alguna tormenta.
5. 38Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal;
¿Cómo es posible que mientras esta tormenta estaba en lo mejor, el maestro dormía profundamente? Podría ser posible?
La Paz de nuestro SEÑOR. — El SEÑOR JESÚS estaba cansado y se había quedado dormido. Eso nos muestra que nuestro SALVADOR era 100% Dios, y 100% hombre. Como hombre experimentó el cansancio físico también. Hay dos cosas que debemos observar en cuanto a esta Paz de nuestro SEÑOR que nos deja grandes ejemplos para nosotros.
a. El que JESÚS estuviera dormido en medio de una tormenta tan fuerte, sugiere para nosotros confianza en Dios. Es muy claro que JESUCRISTO es Dios, y el ejemplo es para que nosotros tengamos confianza en Él.
i. El Salmo 3:5 dice; «Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.»
ii. Proverbios 3:24 dice: «Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo.»
b. El que JESUCRISTO durmiera tranquilo en medio de la tormenta, nos muestra una CONCIENCIA tranquila. Como dijimos antes, nuestro SEÑOR es Dios, así que el ejemplo es dirigido a nosotros. Sigamos con el clamor hacia nuestro SEÑOR en el cuarto punto.
6. 39Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
Sigamos su ejemplo: ¡levantándose! ¿Cuál es tu posición en la tormenta? Deben ser dos posiciones: la primera de paz, porque sabemos quién está de nuestro lado y que esa batalla ya la tenemos ganada y la segunda es de guerra y autoridad. El Señor solo abrió su boca y decretó…calla, enmudece. H/¿Qué haces tu? Te amedrentas frente a la prueba. Levántate…
Lo bueno de todo esto es que, al final, clamaron a Jesús por ayuda y no abandonaron la barca. Sin embargo, en mi opinión, la expectativa de Jesús era que ellos resolvieran el problema actuando en fe: «Reprendiendo al viento y callando al mar en su nombre». Pero eso no sucedió. No obstante, los discípulos no llegaron al otro lado con el sentimiento del fracaso en sus corazones ni con expresiones de desaliento en sus labios, pues Jesús, como en la mayoría de los casos, hizo que llegaran al otro lado enfocados en él, porque solo así ellos entenderían y disfrutarían lo que sucedería allí.
7. “…y hubo gran bonanza” Cuando sabemos que el Señor está en nuestra barca y tomamos autoridad sobre todo lo que quiera venir a interferir nuestro ascenso hacia Dios….habrá paz, habrá bonanza, habrá tranquilidad, habrá gozo…
¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?
¿Se da cuenta? El enemigo de la obra de Dios quiso frustrar el proyecto del Padre con el Hijo y del Hijo con sus discípulos por medio de esta tempestad. ¿Por qué Satanás quería impedir que Jesús y sus discípulos llegaran al otro lado del lago? Porque temía que de esta forma finalizaría el reinado de terror que él mantenía sobre toda la comunidad de Gadara por medio de un hombre poseído. Pero Jesús logró que todos llegaran junto a él y en sus cabales al otro lado, lugar donde se manifestó el poder liberador de Dios de una manera magna y sus discípulos fueron testigos presenciales de ese gran episodio. Aunque el enemigo quiso frustrar la travesía de este equipo de hombres, los discípulos salieron con Jesús de una orilla del lago y llegaron más restaurados al otro lado. H/El Señor quiere llevarnos al otro lado para que veamos su poder sobrenatural, para que veamos la liberación que el puede hacer en la vida de aquellos que tienen a Satanás como su dios. Al otro lado, hay una experiencia diferente, ¿cuántos quieren cruzar?
IV. CONCLUSIÓN:
H/ El Señor quiere que pases a otro nivel de fe dónde seas tu el que se pare en la barca y le hables al viento, a las olas, en otras palabras el quiere que tu uses tu fe para hablarle a ese problema financiero, físico, relacional, etc. Ya no quiere bebes en su barca, el quiere hombres y mujeres de fe que sepan actuar en diferentes circunstancias.